El Año Santo lo declara el Papa a través de la penitenciaría apostólica previa solicitud de los obispos. En este caso fue a petición de los prelados de Valencia, Segorbe-Castellón, Orihuela-Alicante y Tortosa.
Para la organización de todo lo relacionado con el Año Jubilar, se ha creado una comisión interdiocesana formada por sacerdotes, religiosos y laicos de las diócesis de la Comunidad Valenciana y la Orden de Predicadores (Dominicos).
El Año Santo se inicia el 9 de abril de 2018 y se clausurará el 29 de abril de 2019.
La Iglesia celebra a los Santos el día de su muerte, que es su nacimiento a la vida eterna. San Vicente Ferrer murió en Vannes (Francia) el 5 de abril de 1419. Por tanto, su memoria en toda la Iglesia se celebra ese mismo día.
Sin embargo, en la Comunidad Valenciana, para poder celebrar nuestro patrono con toda solemnidad, escogemos el primer día libre después de la fiesta de Pascua.
Ver sección de la web correspondiente.
Es el lugar designado por el obispo en el cual pueden obtenerse los dones espirituales del Año Santo. Normalmente estos lugares están vinculados al motivo del Año Santo, en este caso a San Vicente Ferrer.
Cuáquera persona o familia puede visitar uno de los templos jubilares y obtener el don de la indulgencia.
Sí, es este caso conviene avisar al Templo Jubilar escogido con cierta antelación para poder organizar la peregrinación.
Aquellos que no puedan desplazarse a los Templos Jubilares a causa de su enfermedad o edad avanzada, pueden obtener la indulgencia desde casa cumpliendo las condiciones previstas.
No, la confesión y la comunión pueden realizarse unos días antes o unos días después de la visita al Templo Jubilar. La oración sí debe hacerse en el Templo escogido en el mismo día de la visita.
Puede obtener más información en su parroquia y en los Templos Jubilares designados.